El trabajo me ha permitido tener una visión más amplia sobre la explicación de la gestación de nuestro sistema educativo. La investigación me ha ayudado a interpretar los campos de investigación que deben abrirse para conocer el origen de nuestro sistema educativo y la formación del Estado y sociedad Liberal. Conocer, comprender y valorar las dos propuestas de enseñanza secundaria en la España del Siglo XIX y la investigación sobre sus principios esenciales ha sido mi primer acercamiento a la cultura general histórica en el contexto educativo, por tanto, muy enriquecedora.
Las Dos Propuestas de Educación Secundaria en la España del Siglo XIX
La Ley Moyano
La Ley Moyano
Claudio Moyano y Samaniego, supo dar forma al deseo de todos los partidos de terminar con el continuo reformismo en educación. Dentro de los grupos liberales había cada vez mayor acuerdo sobre las líneas generales en las que se debería insertar la educación. En el fondo, Moyano se iba a limitar a recoger las experiencias existentes y a buscar un acuerdo en los puntos claves.
Con el gobierno moderado, en 1857 se proclama la ley reguladora de la enseñanza conocida como Ley Moyano, que incorpora buena parte del Proyecto de Ley de Instrucción Pública de 9 de diciembre de 1855.
Una ley de larguísima vigencia, fundamento del ordenamiento legislativo en el sistema educativo durante más de cien año. Nacida para satisfacer los deseos de estabilidad del régimen. La ley Moyano pervivió hasta la Ley General de Educación de 1970 (LGE), recordada como Ley de Villar Palasí, Ministro de Educación de la época, siendo ésta la segunda Ley General de Educación promulgada en España.
La ley Moyano contaba en su estructura con dos iniciativas legislativas: la Ley de Bases de 17 de agosto de 1857, y la Ley de Instrucción Pública de 9 de septiembre de 1857. La Ley Moyano fue aprobada, tanto en el Congreso como en el Senado, sin grandes polémicas. El aspecto sobre el que se dio un auténtico debate fue el relativo al derecho de inspección que la Iglesia, los eclesiásticos, tendrían sobre la educación de acuerdo con el Concordato de 1851.
GRATUIDAD RELATIVA
Con esta ley organizando los tres niveles de la primera enseñanza (enseñanza primaria, en teoría con obligatoriedad y gratuidad limitada, para los que no pudieran pagarla, aunque ésta condición era bastante relativa, ya que se fundamentaba principalmente en que sólo los pobres de solemnidad que lo demostrasen se beneficiarán de ésta gratuidad. En la primera enseñanza podemos observar una reducción del as Escuelas Normales, las escuelas de Magisterio de la época.
UNIFORMIDAD Y LIBERTAD DE ENSEÑANZA LIMITADA
La enseñanza secundaria tiene dos vías diferentes: 1) Estudios generales con una primera etapa de dos años de duración y otra de cuatro. A la primera se accede a los nueve años, después de aprobar un examen de ingreso sobre las materias de la enseñanza elemental (de seis a nueve años). En ambas etapas se estudian los contenidos tradicionales y, al terminarlas, los alumnos podían obtener el grado de bachiller en Artes. 2) Estudios de aplicación (profesionales), en los que se cursan asignaturas de inmediata aplicación a la agricultura, arte, industria, comercio y náutica (artículo 16). Los que terminaran por esta vía recibirían el certificado de perito en la materia a que especialmente se habían dedicado.
En la enseñanza superior y profesional (con las universidades cuya gestión se reserva al Estado). La ley Moyano establece unos principios consagrados en los que impera el moderantismo liberal y la secularización de la enseñanza, entre otros factores influyentes. La universidad liberal quedó definitivamente asentada con las leyes de Claudio Moyano.
CENTRALIZACION
En cuanto a los cambios organizativos estructurales comentar que las universidades quedaban dependientes del Ministerio de Fomento, a través de una Dirección General y un Real Consejo de Instrucción Pública. El rector pasa a convertirse en una figura política de designación ministerial. Se consolida, asimismo, un cuerpo de catedráticos funcionarios, de rango nacional y a partir de oposiciones centralizadas. Se ratifican los institutos de segunda enseñanza, los cuales otorgarían el título de bachiller en Artes, tradicionalmente concedido por la facultad de este nombre. Quedan establecidas, además, seis facultades superiores: filosofía y letras; ciencias exactas; físicas y naturales; farmacia; medicina; derecho; y teología. [1] Todo depende del Gobierno central que es quién nombra a los rectores, decanos, directores de institutos, y siempre hay un centro que es Madrid siendo el referente de los demás.
SECULARIZACION LIMITADA
La mayoría de los españoles que se encaminaban por estudios medios en el siglo XIX lo hacían en seminarios eclesiásticos, colegios privados, institutos provinciales, escuelas normales de magisterio y, por una vía diferente, en las escuelas preparatorias para los estudios militares. Los estudios superiores o asimilados se hacían en las academias militares, en las universidades o en escuelas especiales de ingenieros u otras. Este esquema, sin embargo, es más claro a partir de 1857.
El Ministro Moyano argumentó en defensa de su ley que él mismo era católico practicante y que deseaba lograr un buen entendimiento con los eclesiásticos, con la institución. Para ello, defendió que la ley de bases sólo recogía el principio del derecho de inspección de la Iglesia por ser ésta una materia concordataria que obligaba al Gobierno por su propia naturaleza, pero, de acuerdo con la filosofía de la ley, no se reglamentaba dicho derecho, que el texto articulado regularía ampliamente. Con ese compromiso, la Ley fue aprobada sin modificaciones. La ley, en sus artículos 295 y 296 ponía bajo el control de las autoridades religiosas la enseñanza y los libros de texto, dispusieron la posibilidad de que los prelados diocesanos ejercieran la inspección en todos los niveles de la enseñanza.[2]
FINANCIACION Y CONFIGURACION DE LA ENSEÑANZA LIMITADA
Mientras que la enseñanza primaria dependía de las haciendas locales, la secundaria dependía de las diputaciones y las universidades del Estado. Una de las grandes dificultades de su implantación eran los problemas económicos en cuanto a la instalación como en su mantenimiento. La configuración de la enseñanza secundaria tuvo que hacer considerables esfuerzos en cuanto a los recursos humanos. En 1847, para solucionar la situación, se crea la Escuela Normal de Filosofía, con el objetivo de formar un profesorado todavía inexistente y garantizar su ubicación profesional ya que salían empleados en el primer grado del escalafón.
La Institución Libre de Enseñanza (ILE)
FRANCISCO GINER DE LOS RIOS
El ideal de Francisco Giner de los Ríos y sus discípulos era el Krausismo. La filosofía del Alemán Friedrich Krause la introdujo en España Julián Sanz del Río, el maestro de Giner, a través del libro Ideal de la Humanidad para la Vida (1860).
Giner de los Ríos, catedrático de Filosofía del Derecho y Derecho Internacional de la Universidad de Madrid en 1866. De los Ríos realiza sus estudios en Granada y Madrid, con un ambiente filosófico plural Kant, Hegel, Ahrens y Krause. El alumno de Sanz del Río proclamo con firmeza que “las ideas no basta tenerlas, sino que es preciso vivirlas”.
Giner de los Ríos abandona el liberalismo por un organicismo que buscaba constantemente la intervención pública y que atesoraba una fuerte desconfianza hacia la democracia. Las características de la Institución Libre de Enseñanza se basaban en la idea de centro privado dirigido a la enseñanza secundaria-universitaria, en los que la coeducación se implantará con neutralidad absoluta. Un esquema de educación elitista, que tuvo una influencia decisiva en la educación posterior.
La Institución Libre de Enseñanza constituye el intento más sostenido y de mayor repercusión. Se funda en 1876, aunque ya se venía gestando desde años antes, en la mente de sus fundadores, la necesidad de una reforma educativa radical. El núcleo fundacional lo constituían, entre los colaboradores que se anotan en las Estatutos, Francisco Giner de los Ríos, Gumersindo de Azcárate, Nicolás Salmerón, Laureano Figuerola, Eugenio Montero Ríos, Segismundo Moret, Augusto González de Linares. El promotor directo fue Giner de los Ríos desde los primeros días de su destierro en Cádiz en 1875.
EL KRAUSISMO COMO ORIGEN
La ocasión para los krausistas llegó tras la revolución de 1868, cuando alcanzaron el poder político y educativo. Los discípulos de Sanz del Río vieron entonces la oportunidad para dirigir España a la modernidad perdida. El fracaso fue completo en todos los órdenes: los universitarios se rebelaron violentamente en varias ocasiones, el profesorado no comulgó con el paradigma krausista. Giner se creció con el fracaso de 1873 y decidió empeñar su vida en la creación de una red educativa con centro en la Institución Libre de Enseñanza.
“Krause elaboró un pensamiento de base liberal, con un fuerte componente organicista y algunos toques de misticismo panteísta. Sanz del Río había recibido una beca de un ministerio progresista de los años de la revolución para estudiar en Europa las nuevas formas y filosofías políticas. La caída del ministerio progresista no tuvo consecuencias para él y los moderados siguieron subvencionando sus estudios.
Pero estos estudios no desembocaron en los objetivos previstos, sino en una recreación a la española de las ideas de Krause, que Sanz del Río trasladó laboriosa y meticulosamente al español, tanto que publicó como propia una traducción de un texto del propio Krause, el Ideal de la vida para la Humanidad. El fraude tuvo un enorme éxito y está en la base de lo que se ha dado en llamar krausismo español”[3].
El objetivo de la modernización ideológica era contraponer el deseo de armonización social y el laicismo a la búsqueda del justo medio y a la confesionalidad postulada por el pensamiento liberal-conservador. Se trataba de imponer un estilo de vida, con el predominio de lo ético sobre lo intelectual.
CONTEXTO
El siglo XIX fue el período en que los sistemas de escolarización se organizaron en España. El más influyente seguidor de Rousseau fue el educador suizo Johann Pestalozzi, cuyas ideas y prácticas ejercieron gran influencia en éste periodo histórico. Desde mediados del siglo XIX, el sistema educativo español ha estado muy centralizado, en coherencia con las estructuras político-administrativas del Estado.
PRINCIPIOS DIDÁCTICOS- PLAN DOCENTE
La Institución surge como entidad paralela a la educación oficial y, como señala el artículo 15 de los Estatutos, “La Institución libre de Enseñanza es completamente ajena a todo espíritu e interés de comunión religiosa, escuela filosófica o partido político; proclamando tan sólo el principio de la libertad e inviolabilidad de la ciencia, y de la consiguiente independencia de su indagación y exposición respecto de cualquiera otra autoridad que la de la propia conciencia del Profesor, único responsable de sus doctrinas.” [4]
Los principios didácticos basados en la innovación, creatividad, comunicación intencional, participación, trabajos colaborativos fuera del aula, y la evaluación continua serán las características más relevantes del plan de enseñanza. El plan docente de la Institución Libre de Enseñanza se basará en que los alumnos no estudien asignaturas de forma aislada, fomentando una enseña complementaria, en la que los programas oficiales se completan con otros elementos: pintura, música.
A Destacar el importante lugar que ocupa en la ILE la educación artística, la formación del gusto artístico, el conocimiento y el deleite de las bellas artes.
La enseñanza impartida con carácter cíclico, es puramente individual y familiar. La reforma general de la instrucción pública: con la participación de padres, alumnos, los profesores, la sociedad y el estado. Se basa en un proceso único, una educación integral, total y continua.
” Los objetivos iniciales eran ambiciosos, pues se proponía, según el artículo 16 de los Estatutos de la ILE:
-Estudios de cultura general (o de segunda enseñanza) y profesionales, con los efectos académicos que les conceden las leyes del Estado.
-Estudios superiores científicos.
-Conferencias y cursos breves de carácter, ya científico, ya popular.
-Una Biblioteca y los Gabinetes dotados del material correspondiente.
-Un Boletín para publicar sus documentos oficiales y trabajos científicos.
-Concursos y premios, y cuanto contribuya a promover la cultura general y sus propios fines [5]
En el campo de la reforma educativa, sobre las ideas pedagógicas de la Institución, se buscaba una educación integral (desarrollo de las capacidades tanto físicas como intelectuales según unos ideales éticos), una educación neutra (tolerante ante las cuestiones políticas y religiosas), una educación activa (buscando convertir al educador en agente de su proceso educativo), una educación unificada (los niveles primarios y secundarios como continuación el uno del otro en un mismo proceso educativo), y desde el comienzo se integro la coeducación. En lo pedagógico estaban marcadamente influidos por las reformas de Pestalozzi y las aplicaciones que desarrolló Froebel.
La Institución, y en particular su fundador, Francisco Giner, partían de la idea de que la educación es esencialmente una función espiritual y social, más que estatal, y que el papel del Estado es intervenir sólo para suplir lo que la sociedad no hace” (Luzuriaga, 181). Las mismas circunstancias de oposición que mantenían fuertes grupos conservadores ante la Institución Libre de Enseñanza, impidió también la presencia pública y directa de Giner de los Ríos en instituciones oficiales y proyectos que él promovía.
Los más destacados por la repercusión que tuvieron, son los siguientes: El Museo Pedagógico Nacional, creado en 1882 y que dirigió desde su comienzo Bartolomé Cossío, discípulo e íntimo colaborador de Giner de los Ríos (su función, más que museo, fue de instituto pedagógico); la Junta para Ampliación de Estudios, creada en 1907 y que dirigió como Secretario General, José Castillejo (igualmente discípulo de Giner); La Residencia de Estudiantes, creada a través de la Junta y que dirigió Alberto Jiménez (discípulo también de Francisco Giner); el Instituto-Escuela, creado en 1918, constituye la influencia más notable de los principios pedagógicos de la Institución Libre de Enseñanza en la estructura educativa oficial.[6]
CONCLUSIONES
La Ley Moyano fue fruto del consenso entre progresistas y moderados, alcanzando la consolidación definitiva del sistema educativo liberal. La ley de Claudio Moyano, constituyo el primer paso hacia la estabilidad del desarrollo de la Instrucción Pública. Las características principales de la ley son su carácter Moderado en cuestiones tan comprometidas como la intervención de la Iglesia en la enseñanza, la consolidación de una enseñanza privada, la incorporación definitiva de los estudios técnicos y profesionales o la valoración de contenidos científicos en la segunda enseñanza.
Con la Ley Moyano, se implantan definitivamente los grandes principios del moderantismo histórico:
- Gratuidad relativa para enseñanza primaria
- Centralización
- Uniformidad
- Secularización
- Libertad de enseñanza limitada
Cabe destacar, el artículo 153 de la Ley Moyano:“Podrá el Gobierno conceder autorización para abrir Escuelas y Colegios de primera y segunda enseñanza, los Institutos religiosos de ambos sexos legalmente establecidos en España, cuyo objeto sea la enseñanza pública, dispensando a sus Jefes y Profesores del título y fianza que exige el artículo 150” .
Se reconocía el derecho de la Iglesia Católica a controlar la ideología de los estudios. Lo expresado en el artículo 153 se complementaba con lo establecido en el artículo 295, que obligaba a las autoridades civiles y académicas a vigilar para que, tanto en los centros públicos como en los privados, no se pusiera impedimento alguno a que los obispos y prelados diocesanos pudieran velar por la pureza de la doctrina, de la fe y de las costumbres, así como de la educación religiosa de la juventud. Este último precepto era una lógica consecuencia de lo pactado en el Concordato de 1851, pero abría una herida en la conciencia de muchos liberales españoles que consideraban la libertad de cátedra como elemento inseparable de la libertad de enseñanza.
La Institución Libre de Enseñanza ( ILE) fue fundada por un grupo de catedráticos entre los que se encontraban Francisco Giner de los Ríos, Azcárate y Salmerón, separados por la Universidad por defender la libertad de cátedra y ajustar sus enseñanzas a los dogmas oficiales en materia religiosa, política o moral. Ello los obligó a proseguir su tarea educadora al margen de los centros universitarios del Estado, mediante la creación de un centro educativo privado, cuyas primeras experiencias se orientaron hacia la enseñanza universitaria y, después, a la educación primaria y secundaria.
Francisco Giner de los Ríos (1839-1915) es considerado por muchos autores como el educador por excelencia de la España contemporánea. En 1867 es nombrado catedrático de la filosofía del Derecho y Derecho Internacional por la Universidad de Madrid. Es en el año 1868, cuando se le separa de su cátedra por el Decreto Orovio y, en 1876 tiene lugar la Creación de la Institución Libre de Enseñanza. Un año después en 1877, crea y dirige el Boletín de la Institución Libre de Enseñanza.
Desde 1876 hasta la guerra civil de 1936, la ILE se convirtió en el centro de gravedad de toda una época de la cultura española y en cauce para la introducción en España de las más avanzadas teorías pedagógicas y científicas que se estaban desarrollando fuera de las fronteras españolas.
VALORACION | |
El siglo XIX es un siglo turbulento en lo social y en lo político y, por añadidura, en el plano del pensamiento. A lo largo de todo el siglo se va a entablar una dura batalla en todos los órdenes entre las fuerzas que querían modernizar el país y los que querían mantenerlo firme en sus añejas raíces. La situación de la enseñanza en España a lo largo del siglo XIX no es ajena a este panorama desolador. El control que la Iglesia ejerce sobre la cultura y la educación, pese a los esfuerzos por eliminar o limitar el mismo por parte de los liberales, se mantiene durante todo el siglo. Aunque se producen varios intentos de reforma educativa, la alianza de la Iglesia con los sectores conservadores frenaron las aspiraciones de la burguesía a una enseñanza laica, que sirviera de cauce para llevar al Estado su ideología progresista y democrática.
PUNTOS DE VISTA DE OTROS AUTORES
LIBRO: LA INSTITUCION LIBRE DE ENSEÑANZA. AUTOR VICENTE CACHO VIU(Madrid, 1929-1997) en la editorial RIALP en 1962.
Vicente Cacho valoraba la traslación del ideario krausista a España como uno de los más importantes movimientos de modernización de nuestra historia, pero no se le escapaban las limitaciones que aquel gran propósito comportaba.
Cacho, al tiempo subrayaba que gran parte de esas limitaciones derivaban de la escasa o nula receptividad cuando no franca hostilidad del ambiente político e intelectual que regía en la España de la época.
La ILE Por Fernando Aramburu
Sabido es que la Institución Libre de Enseñanza nació para regenerar un país atrasado, mueble viejo carcomido por los dogmas de la fe y la ignorancia, etc. Un país en el que, no obstante, avanzado el siglo XIX, unos cuantos hombres sensatos desplegaron un abanico de proyectos pedagógicos que constituyen una de las páginas más hermosas de la historia de España. Desde su fundación por Giner de los Ríos hasta que Franco apagó la luz, transcurrieron sesenta años de intensa actividad educadora y de renovación cultural sin la cual no podría explicarse el esplendor que hemos dado en llamar Edad de Plata.
La ILE (neutralidad religiosa y política, gratuidad de la enseñanza primaria, abolición de libros oficiales de texto, igualdad de sexos en la educación, estudios en el extranjero, campañas de alfabetización por los pueblos y mucho más) semeja un oasis en la permanente tragedia educativa de España.
[1] VARELA, La constitución de Cádiz y el Liberalismo Español del siglo XIX.
[2] VEGA, L. Moderantismo y educación en España. Estudios en torno a la Ley Moyano.
[3] Giner de los Ríos y la supervivencia del radicalismo progresista- Artículo digital.
[4] Artículo 15 Estatutos ILE.
[5] Estatutos ILE; Artículo 16.
[6] Luzuriaga, Lorenzo. La Institución Libre de Enseñanza y la Educación en España.